MARIPOSA » Diviértete con el pintoresco insecto de alas adornadas

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La mariposa es considerada por diversas culturas como una criatura relacionada a la transformación de la vida, además de ser un ejemplar muy pintoresco que adorna el paisaje natural y en consecuencia, un buen animal para colorear, pues sus finas alas tienen tonos bastante brillantes.

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También pertenece a una familia de insectos llamada Lepidóptera, y atraviesa un proceso de metamorfosis completa, es decir, nace siendo oruga (larva), luego se transforma en pupa y finalmente en mariposa.

Características de la mariposa

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Existen alrededor de 165.000 especies de mariposa, por lo que su tamaño varía entre los tres milímetros y los 31 centímetros.

Asimismo, el peso de este bello individuo ni siquiera alcanza la cuarta parte de 1 gramo. En cuanto a sus alas, están cubiertas por una gran cantidad de escamas que son poco visibles.

Cabe destacar que algunas mariposas tienen “ocelos” en sus alas, esto significa que sus escamas dibujan una especie de ojos sobre ellas, de modo que al desplegarlas simulan el rostro de un animal más grande que espanta a sus depredadores.

Por otra parte, posee antenas y una boca similar a un tubo, la cual está constituida por una larga lengua (espiritrompa) con que extrae el néctar de las flores para su alimentación.

Clasificación de la mariposa por el color de sus alas

Las escamas ayudan a reflejar los distintos matices sobre sus alas, gracias al choque y reflejo de la luz, obteniendo diferentes tonalidades como el verde o azul que lo convierten en un hermoso insecto para colorear.

Por ello, algunas especies de mariposas dan la impresión de cambiar los pigmentos de sus alas dependiendo de la perspectiva desde la cual las observamos.

Entre tanto, hay otro grupo de mariposas que tienen colores pigmentados, los cuales se producen por dos sustancias denominadas “melaninas” y “pterinas”. Generalmente estos individuos son grises, marrones, negros, rojos y amarillos.

Hábitat de la mariposa

La mariposa habita en varios lugares del mundo, ya que se ha adaptado bien a los distintos biomas del planeta, incluso cerca de nuestros hogares.

En este sentido, hace vida en climas tropicales con gran vegetación como son las selvas y los bosques,  pero también habita en áreas montañosas.

En estas últimas áreas es donde sus coloridas alas hacen un perfecto contraste con el color verde de los árboles, creando así un espectáculo de matices al revolotear de un lado a otro, y es precisamente por ello que resultan ser espléndidos animales para colorear incluso al dibujarlas en su hábitat natural.

Sin embargo, la mariposa no habita en lugares como la Antártida donde las temperaturas son extremadamente bajas, ya que no podría sobrevivir.

Alimentación de la mariposa

Los hábitos alimenticios de la mariposa dependerán de su etapa de desarrollado, es decir, que cuando es una oruga consume raíces, hojas, tallos, frutos, flores, plantas de tomate, algodón y maíz.

Como ven, la dieta de la oruga es totalmente herbívora, pero al convertirse en adulto (mariposa) se vale de su boca para succionar con la lengua el néctar y otros nutrientes de las flores.

Reproducción de la mariposa

La reproducción de la mariposa resulta ser un proceso bastante interesante, gracias a la metamorfosis por la que atraviesa hasta convertirse en adulto.

Antes del encuentro ocurre el cortejo, una etapa en la que el macho realiza distintas exhibiciones para ganar la atención de la hembra.

Posteriormente, con el apareamiento, los espermatozoides del macho son dirigidos hacia el saco copulador de su pareja. Asimismo, la reproducción de la mariposa es ovípara.

En este sentido, la madre deposita sus huevos en plantas específicas de las cuales se alimentarán las crías hasta la fecha de su nacimiento.

Proceso de metamorfosis

Dentro de los huevos se forma una oruga (larva), éstos eclosionan a los sietes días de ser colocados en las plantas. Los pequeños tienden a mudar la piel mientras ocurre la transformación.

Después se convierten en pupa (crisálida), allí se encuentran cubiertos de una membrana compuesta de quitina, la cual los resguarda mientras finaliza su desarrollo.

Cabe destacar que la pupa no consume alimentos durante esta fase de la metamorfosis, y al estar listo rompe el exoesqueleto de la crisálida.

Depredadores de las mariposas

Las mariposas son pequeñas y frágiles, es decir, son vulnerables a ser cazadas por otros animales como los monos, avispas, arañas, hormigas y moscas parasitarias.

Asimismo, las aves, las ranas, serpientes, libélulas, sapos, lagartos y ratas las atacan para poder sobrevivir dentro de su hábitat natural.

Sin embargo, algunos enemigos se abstienen de cazarlas por sus bellas y brillantes alas, las cuales, aparte de convertirlas en perfectos insectos para colorear y conocer, también ayudan a lanzar un mensaje de advertencia para los posibles depredadores, quienes asocian sus coloridos tonos a los de animales venenosos.